Interactuar con los animales de la naturaleza con respeto es más importante de lo que solemos pensar para el medio ambiente y para la propia seguridad de las distintas especies.
En una actividad tan sostenible como el trekking o el senderismo, cabe plantearse y tener claros cuáles son los aspectos a tener en cuenta para que nuestra presencia no altere la armonía en la que viven los animales y a la que tienen un intrínseco derecho propio.
¡Déjalos en paz! ¡Y nunca mejor dicho!
Al igual que los seres humanos, el resto de animales tiene miedo a lo desconocido. En este caso, nosotros somos la incertidumbre.
Si viéramos a un tigre tratando de acercarse a nosotros podríamos decir con toda seguridad que, en todos los casos, nadie sentiría paz. Eso mismo les pasa a ellos cuando el ser humano fuerza la interacción.
Observar desde la distancia es la mejor manera de garantizar su tranquilidad y seguridad. Esta es la primera regla para tratar a los animales de la naturaleza con respeto. ¡Irás descubriendo muchos a través de tus rutas!
¿Qué significa la interacción con animales salvajes de la naturaleza con respeto?
Es difícil hacer bien lo que no se sabe. En una ruta de senderismo, trekking u otra modalidad deportiva o de ocio al aire libre, la recomendación es no interactuar con los animales en la naturaleza. Es la única manera de garantizar su seguridad y bienestar. Pero, ¿qué significa exactamente interactuar?
No es necesario ser tan literal como lo es la R.A.E. sobre el término. No interactuar con los animales implica no acercarse a ellos para tocarlos, no hacernos fotos con ellos, no alimentarlos para forzar un acercamiento o jugar con ellos.
Sí, jugar con ellos tampoco es una recomendación. Aunque en principio pueda sonar muy estricto, pronto entenderás la razón de por qué observar sin intervenir es una interacción respetuosa con la naturaleza.
¿Por qué interactuar con los animales en la naturaleza implica respeto?
Respeto implica no alterar el hábitat y comportamiento de los animales salvajes con nuestra presencia.
Cuando, por ejemplo, les damos comida, pensamos que estamos realizando una buena acción. Y lo es, pero no causa el efecto que esperamos. Esa comida puede producir alguna enfermedad o dañar a los animales.
Tocarlos o estar muy cerca de ellos también implica exponerlos a una serie de riesgos (bacterias, virus, etc.) para los que no tienen defensas. Esto podría tener un impacto muy negativo en su ecosistema.
Obligarlos a permanecer en una posición para tomar una foto resulta invasivo para ellos y altera su comportamiento, generalmente asustándolos. Por eso, además, podríamos terminar heridos por forzar una interacción no deseada.
Pensar en todos estos aspectos a la hora de interactuar con los animales de la naturaleza conlleva respetar sus propias normas para que sigan siendo libres y los podamos disfrutar dando lo mejor de sí en su espacio seguro.
Por su seguridad, por la tuya y por la del medio ambiente
La naturaleza tiene la particularidad de ser bella sin posar. Por eso, las mejores fotos se toman con ética y respeto. Desde la distancia y con la idea clara de que ellos no tienen ningún deber hacia nosotros y tampoco debemos hacer con los animales lo que no permitimos para nosotros o nuestros seres queridos.
¡No te los lleves a casa! Hay animales que pueden parecerte una monada porque verdaderamente lo son, pero tu hogar no es el suyo. Es vital entender que arrebatando a un animal de su territorio habitual lo volvemos vulnerable, frágil e infeliz.
Anotadas todas estas recomendaciones, ahora sí puedes interactuar con la naturaleza sin dañarla y disfrutarla en su máximo potencial de expresión genuina. Justo una de las cosas que más te gustarán de tus rutas al aire libre.