Empieza la temporada de invierno y con ello conlleva que la nieve empiece a cubrir la montaña de blanco. La montaña en invierno tiene una belleza especial que atrae a muños deportistas y senderistas. Las duras condiciones meteorológicas y físicas hacen que las actividades en alta montaña se vuelvan más complicadas.
En invierno, la montaña tiene un riesgo añadido, los aludes. Un alud es una masa enorme de nieve que se desplaza bajando la pendiente de una montaña y arrasando con todo de manera peligrosa.
Los aludes suelen generarse cuando hay mucha nieve acumulada en diversas capas. Os explicamos las diferentes capas de nieve que son condicionantes para generar diferentes tipos aludes.
Tipos de aludes
- Placa: Placa de nieve compacta, suele desprenderse por pisar el manto nivoso. Son los más frecuentes, la presión de nuestros pasos o esquís hace que se fracture la placa.
- Nieve polvo: Son los más peligrosos porque pueden llegar a velocidades de hasta 300km/h. Se generan cuando ha nevado mucho.
- Fusión: Se generan cuando empieza el calor.
Consejos preventivos
- Consultar el boletín oficial sobre la previsión de aludes. El boletín oficial es una herramienta fundamental para la planificación de actividades y la gestión del riesgo. Ofrece una valoración del peligro, según una escala del 1 al 5, donde 1 significa el peligro más bajo y el 5 el más alto.
- Evita áreas con acumulaciones recientes de nieve
- Evita laderas con mucha pendiente
- Lleva tu móvil con la batería cargada